miércoles, 13 de octubre de 2010

viernes, 27 de agosto de 2010

Ya mis sueños naufragan en la profundidad de los mares, ya mis alas no responden, ya mi cuerpo se arrastra por el inframundo, ya mi fétida herida se desangra, ya los ruiseñores no cantan en mi ventana, ya el espejo no me devuelve la imagen que se asemeje a lo que era, ya no me aferro a la vida, ya mi alma, mi alma se escapa.
Sin fuerzas para seguir y sintiéndote derrotado, las manos amigas que esperas se refriegan de placer y se ocultan tras las excusas vanas, y como un muerto pobre al que nadie visita su tumba, te sientes solo esperando que las fuerzas que no conoces borren el dolor de tu alma.
En el silencio de la noche, con las bestias asechando en la oscuridad, mi alma vaga trémula entre gritos ahogados de soledad, buscando el abismo infinito que me guíe hasta el infierno en donde los cuerpos son despedazados por tridentes de odio.

martes, 29 de junio de 2010

Que Dios cuide tus espaldas del puñal traicionero, que los ángeles venzan en tus sueños a las bestias de tus pesadillas, que las palabras suaves te cuiden de las injurias, que el silencio aleje a los malos pensamientos, que la tumba oscura no sea tu morada, que el calor derrita el frío de tu alma y que no encuentres en la muerte… la salida inesperada.

lunes, 28 de junio de 2010

No me sueltes la mano, pues seguro naufragaré, amárrame muy fuerte pues necesito aferrarme a la vida. La tempestad me golpea y mis brazos están exhaustos, mis dedos fríos se cierran con fuerzas sobre tus cálidos dedos, aunque el final es inevitable y ambos sabemos que sucumbiré, por favor, sosténme un rato más, finge que hay esperanzas, disimula en tus ojos el desenlace fatal. Sonríe, déjame las lágrimas para mí.
Salpicaduras de sangre en la pared, el homicida no puede ocultar su pecado, el ojo que todo lo ve, se cierne sobre la macabra escena. El daño ya está hecho, de la muerte no se vuelve al menos que hagas un pacto con el diablo, pero él te quiere ardiendo en los infiernos, la víctima grita con desesperación, pero sólo el silencio se hace eco de su dolor desgarrador, pues la voz, ya retumba en la tierra de los muertos.

Sin salida

Quién te ha dicho que reinarás algún día ángel de mal augurio, la muerte asecha tras de ti como un lobo hambriento a su desdichada víctima, no quieras esconder tus huellas, el buen cazador te encontrará de todos modos, da la vuelta, enfrenta lo inevitable y muere con dignidad.

Las dos caras

Felicidad e infelicidad, más o menos la misma cosa, un instante en el infinito que se pierde en la inmensidad del universo

Silencio

En el oscuro silencio que se ciñe sobre mi alma, los días pasan como navajas sobre mi piel, destrozando la carne y penetrando las entrañas, de rojo se cubre la sábana, de negro mis esperanzas.