viernes, 27 de agosto de 2010
Ya mis sueños naufragan en la profundidad de los mares, ya mis alas no responden, ya mi cuerpo se arrastra por el inframundo, ya mi fétida herida se desangra, ya los ruiseñores no cantan en mi ventana, ya el espejo no me devuelve la imagen que se asemeje a lo que era, ya no me aferro a la vida, ya mi alma, mi alma se escapa.
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